CONVOCATORIA


CONVOCATORIA


«Convoquen al pueblo y proclamen ayuno junten en el templo del Señor su Dios a los ancianos y a todos los habitantes del país, e invoquen al Señor»
Joel 1:14

Convocación a 40 días de preparación en Ayuno y Oración, haciéndonos sensibles a escuchar Su Voz, y preguntarle a Dios cual es su voluntad para mi, y ¿Qué harás en México? ¿Qué es lo que me quieres decir en esta Santa Convocación?...

Examina tu corazón para que le puedas decir: Yo subiré a la cumbre y escucharé tu voz, muéstrame el camino y yo lo seguiré.

«La gloria del Señor se presentó a los ojos de los israelitas como un fuego devorador, sobre la parte más alta del monte. Moisés entró en la nube, subió al monte, y allí se quedó cuarenta días y cuarenta noches» Éxodo 24:17,18

Este inicia el domingo 15 de agosto y termina el jueves 23 de septiembre del 2010.

Teniendo las 24 Horas del día. Los horarios son los siguientes:

De 8:00 a.m. a 3:00 p.m.

De 3:00 p.m. a 10:00 p.m.

De 6:00 p.m. a 6.00 p.m. Indicarnos que horario tomarás.

«Después de esto, miré y vi una puerta abierta en el cielo; y la voz que yo había escuchado primero, y que parecía un toque de trompeta, me dijo»: «Sube acá y te mostraré las cosas que tienen que suceder después de estas»

Apocalipsis 4:1

martes, 31 de agosto de 2010

Devocional 17

Día 17-  martes 31 de agosto 2010.
Anunciando el Evangelio
“Entonces Felipe, tomando como punto de partida el lugar de la Escritura que el etíope leía, le anunció la buena noticia acerca de Jesús.”
Hechos 8:35
            Las últimas palabras de Jesús a sus seguidores fueron una orden para que llevaran el evangelio a todo el mundo, pero al parecer no les gustaba la idea de dejar Jerusalén. Fue necesaria una persecución intensa para esparcir a los creyentes, de Jerusalén, a Judea y Samaria, lugares a los que Jesús les ordeno ir, Felipe uno de los diáconos encargados de la distribución de alimentos abandonó Jerusalén y, tal como lo hizo la mayoría de los cristianos judíos difundió el evangelio por donde iba, pero como casi todos, no limitó su audiencia a otros judíos. Fue directamente a Samaria, el último lugar al que escogería ir un judío, debido a un prejuicio muy antiguo.
            Los samaritanos respondieron masivamente. Cuando las noticias llegaron  a Jerusalén enviaron a Pedro y a Juan para evaluar el ministerio de Felipe, pronto se involucraron también, viendo la aceptación de Dios por los que antes se consideraban inaceptables. Dios guió a Felipe para que fuera al desierto para tener una cita con un eunuco etíope, otro extranjero que visitó Jerusalén. Felipe fue de inmediato. Su eficiencia en predicar el evangelio a este hombre colocó a un cristiano en una posición significativa en un país distante y pudo haber tenido su efecto en toda la nación. Felipe terminó en Cesarea, donde los acontecimientos le permitieron ser anfitrión de Pablo muchos años después. Pablo como líder perseguidor de los cristianos, fue usado como instrumento para sacar a Felipe y a otros de Jerusalén, llegando a ser después un creyente fiel. La conversión de los gentiles que Felipe comenzó, Pablo la continuó a través del todo el Imperio Romano.
            Felipe fue uno de los siete organizadores de la distribución de alimentos en la iglesia primitiva. Fue un evangelista, uno de los primeros misioneros en viajar, uno de los primeros en obedecer el mandato de Jesús de llevar el evangelio a todo el mundo y un estudiante de de la Biblia que pudo explicarla con sentido y claridad.
            Es un gran ejemplo para cada uno de nosotros, Dios halla buenos y diferentes oficios a quienes desean obedecerlo con entusiasmo, Felipe nos enseña aún hoy en el presente que debemos compartir el evangelio a todos que no hay distinción entre ninguna persona. El evangelio es “las buenas nuevas únicas”, debemos leer, estudiar, escudriñar toda la Biblia para poder hablar verdad, no solo el Nuevo Testamento nos ayuda a conocer más acerca de Jesús.
            Si tú eres un seguidor de Cristo, la vida de Felipe representa un desafío para nosotros, para quienes todavía están fuera del evangelio, es un recordatorio que este es para todos. Para los que han aceptado a Cristo, nos recuerda que no tenemos la libertad de quitarle el privilegio a alguien de oír acerca de Jesús.
            ¿Qué tan parecido a Felipe dirían nuestros vecinos que somos? Recordemos que la respuesta masiva (los samaritanos) y la respuesta individual (el etíope) al evangelio son valiosas. ¿Cuántas personas han llegado a los pies de Cristo recibiendo la salvación, porque tú les has compartido las buenas nuevas? Recapacitemos y actuemos.
Oración.
            Padre, te pedimos perdón por que hemos callado cuando debimos hablar de ti, perdón porque no hemos sido testimonio, como lo fue Felipe tu siervo, por favor abre nuestras bocas para poder compartir lo que hemos recibido por tu gracia; TU SALVACIÓN y haznos humildes para ser obedientes y estudiar tu Palabra ¡Que de nuestra nación se escuche una gran voz hablando de tu evangelio!
Amén.    

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