CONVOCATORIA


CONVOCATORIA


«Convoquen al pueblo y proclamen ayuno junten en el templo del Señor su Dios a los ancianos y a todos los habitantes del país, e invoquen al Señor»
Joel 1:14

Convocación a 40 días de preparación en Ayuno y Oración, haciéndonos sensibles a escuchar Su Voz, y preguntarle a Dios cual es su voluntad para mi, y ¿Qué harás en México? ¿Qué es lo que me quieres decir en esta Santa Convocación?...

Examina tu corazón para que le puedas decir: Yo subiré a la cumbre y escucharé tu voz, muéstrame el camino y yo lo seguiré.

«La gloria del Señor se presentó a los ojos de los israelitas como un fuego devorador, sobre la parte más alta del monte. Moisés entró en la nube, subió al monte, y allí se quedó cuarenta días y cuarenta noches» Éxodo 24:17,18

Este inicia el domingo 15 de agosto y termina el jueves 23 de septiembre del 2010.

Teniendo las 24 Horas del día. Los horarios son los siguientes:

De 8:00 a.m. a 3:00 p.m.

De 3:00 p.m. a 10:00 p.m.

De 6:00 p.m. a 6.00 p.m. Indicarnos que horario tomarás.

«Después de esto, miré y vi una puerta abierta en el cielo; y la voz que yo había escuchado primero, y que parecía un toque de trompeta, me dijo»: «Sube acá y te mostraré las cosas que tienen que suceder después de estas»

Apocalipsis 4:1

sábado, 4 de septiembre de 2010

Devocional 20

Día 20- viernes 3 de septiembre 2010.
La intención del corazón.
“Mas Jehú no cuidó de andar en la ley de Jehová Dios de Israel con todo su corazón, ni se apartó de los pecados de Jeroboam, el que había hecho pecar a Israel”
2º reyes 10:31
Jehú tenía todo para tener un gran éxito en su reinado, viéndolo desde la perspectiva humana fue un rey exitoso. Su familia fue la que más gobernó en el reino del norte. Dios lo usó para castigar la dinastía de Acab. El atacó valientemente la adoración a Baal. Se acercó mucho al tipo de rey que Dios quería, pero imprudentemente fue más allá de los mandamientos de Dios  y no pudo seguir siendo obediente. Cuando tenía la victoria al alcance de sus manos prefirió resignarse a la mediocridad.
            Fue un hombre que actuó rápidamente, pero sin tener un propósito supremo, su reino avanzaba pero su destino no era claro. Eliminó una forma de idolatría, la adoración a Baal, solo para continuar con otra: la adoración de los becerros de oro que Jeroboam había instalado. Pudo haber hecho grandes cosas para Dios si hubiera permanecido obediente al Único que lo hizo rey. Aún cuando cumplió con las instrucciones de Dios, demostró que no estaba completamente consiente de quien lo dirigía. La adoración a Baal estaba contra Dios, pero los becerros de oro, según pensaban muchos, eran representaciones visibles de Dios mismo. Aún cuando la ley de Dios establecía claramente que tal culto era idolatría Éxodo 20:3-6. Al igual que Jehú es fácil denunciar los pecados de los demás mientras que toleramos el pecado en nuestra propia vida. Jehú hizo mucho de lo que Dios le dijo, pero no lo obedeció con todo el corazón. Se convirtió en un instrumento de Dios para ejercer justicia, pero no llegó a ser su siervo y solo sirvió a Dios de forma hipócrita por que permitió la adoración a los becerros de oro.
Analicemos la condición de nuestro corazón. Podemos estar activos en nuestro trabajo para Dios y aún así no obedecerlo plenamente como Él lo desea.
            Así como lo hizo con Jehú, Dios da a cada persona la fortaleza y las habilidades que solo hallarán su máxima utilidad bajo su control. Fuera del control  de Dios no alcanzamos lo que podríamos y a menudo nos convertimos en instrumentos del mal. Una forma de asegurarnos de que esto no suceda es pidiéndole a Dios estar bajo su control siempre. Su presencia en nuestra vida hará que nuestras habilidades y fuerzas naturales sean utilizadas plenamente para lo mejor. Un compromiso valiente necesita control porque puede acabar en imprudencia. La obediencia incluye tanto la acción como la dirección, pero la intención del corazón hace la gran diferencia.
Oración.
Dios examina nuestro corazón y límpialo, debemos estar limpios delante de ti para que nos uses para el propósito que tienes para cada uno de nosotros, queremos ser solo instrumentos tuyos no permitas que nos desviemos, guíanos siempre a tus caminos rectos, quita toda idolatría en nuestro corazón y establece tu trono en nuestras vidas, para poder manifestarnos con tu poder y tu justicia, queremos ser parte de lo que harás en nuestra amada nación prepáranos y úsanos aquí estamos.
Amén.



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